Ayer viernes, durante su participación en la Cumbre por la Democracia, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, resaltó que la democracia construida de manera sólida es fundamental para el desarrollo de los países y es el camino a seguir para la obtención de una sociedad más equitativa y libre.
El encuentro, organizado por el mandatario norteamericano, Joe Biden, se desarrolló de manera virtual, convocando a los jefes de Estado, varios referentes del sector privado y civil, amén de grandes líderes mundiales.
FUNDAMENTAL
En la ocasión, Abdo Benítez expresó igualmente su preocupación acerca del crecimiento de la distancia ideológica y refirió los diferentes extremos que terminan por no reconocerse como actores políticos, a los que calificó como un “factor de erosión” para el levantamiento de la democracia. La misma, para el presidente, debe ser sinónimo de transparencia, compromiso, rendición de cuentas y ante todo, participación.
“Es saber ganar y perder dentro de un Estado de derecho. Creo en la democracia entendida como un derecho humano colectivo al servicio de la verdad; representativa de lo social”, indicó, sumando a esta idea que su fundamento básico es la libertad.
DESCONFIANZA
Para el mandatario paraguayo, la democracia como tal converge como una aliada clave para promover la justicia social, así como garante de oportunidades para todos, con instituciones independientes y fortalecidas que permitan que las sociedades y los jóvenes vean en ella la esperanza de un futuro mejor.
Por otro lado, “llama la atención que estudios sobre el Estado de la democracia reflejan que un 68% de la población mundial vive regímenes políticos que concentran poder en una sola persona o élites”, aseveró, y destacó que estas cifras muestran una delicada tendencia hacia la autocracia.
En este contexto, invitó a reflexionar acerca de la desconfianza ciudadana a la democracia, ya que conociendo estas evidencias se debe profundizar sobre el compromiso global de proteger a los países que sí defienden los principios democráticos.
MODELO
Asimismo, admitió que los errores cometidos, la impunidad, como reflejo de un Poder Judicial débil, la corrupción reinante que se filtra como una humedad difícil de retirar en todos los poderes del Estado, son algunos de los grandes problemas que se enfrentan en Latinoamérica y que acrecienta dicho descontento.
“No es fácil la lucha por mantener el modelo democrático pero tengo la certeza de que somos llamados a reconstruir esa confianza”, expresó finalmente.
