El vocero de los cartistas en la Cámara Baja fue bastante frontal y claro: «el 99% de nosotros estamos financiados por el dinero negro.» Eso es más o menos lo que dijo en la sesión de la semana de la Cámara Baja.
Hay una vieja expresión en el derecho que dice “a confesión de parte, relevo de pruebas”, eso significa que si alguien reconoce algo, no hace falta acercar ninguna prueba que lo atestigüe de manera clara.
Núñez no habrá querido decir lo que dijo, al punto que inclusive se puso lentes oscuros, que en el lenguaje popular paraguayo significa hacerse el desentendido, hacerse de quien no asume realmente de forma consciente algo que es una verdad a gritos.
Antes, la diputada Kattya González había hablado de un porcentaje también importante, habló que el 80%, de que sus colegas en la Cámara Baja están financiados por el dinero sucio. Su colega Bachi Núñez subió la apuesta, y dijo 99%.
Evidentemente, entre el 1% que no se encuentra metido en esto no están aquellos que votaron en favor de la continuidad de Sandra Quiñónez del Ministerio Público, y que avalaron otros hechos que promueven la delincuencia en nuestro país, la trazabilidad del negocio del tabaco, la inclusión de estas empresas y las deportivas en las cuestiones de lavado de dinero, no oponerse al tema de las puertas de autoridad como legislación que tenga que establecer el tiempo que debe pasar una persona fuera del ámbito del servicio del mismo rubro si viene del servicio público.
En definitiva, lo que dijo el diputado Núñez es una confesión clara, contundente, de la que él nos tiene que demostrar -sólo ahora- quien conforma el 1% que no está financiado por el dinero sucio.
