Socialista. Feminista. Comunicadora. Presidenta del PMAS.
De los dirigentes colorados no se puede esperar nada bueno. Nací y crecí durante sus gobiernos, padecí la pobreza y la pésima educación pública; y estoy sobreviviendo en toda la precariedad de sus gestiones hasta la actualidad. Mi primera conciencia política fue anticolorada, me prometí combatirlos, y en esa senda sigo caminando. Jamás me imaginé lo difícil que sería una militancia desde la oposición.
Los partidos de oposición, tanto de derecha como izquierda, dicen que no tienen el caudal electoral para ganar, y así, a lo largo de la democracia -salvo honrosas y pocas excepciones- hemos padecido el fracaso de los acuerdos, alianzas y concertaciones. ¿Seguiremos intentado la misma fórmula que simplemente tiene en cuenta la suma de votos para solo ganar a los colorados? ¿O nos sentaremos a generar alianzas para cambiar el sistema político, que busquen la solución real para el interés de las mayorías y tocar el de las minorías corruptas enriquecidas a través de las instituciones públicas en detrimento del resto?
Hemos apostado a empresarios, mediáticos, figuras carismáticas. Soluciones del marketing político que mantienen intacta la estructura corrupta de poder. Miremos Asunción y su Junta Municipal. Toda la “oposición” se alista para volver a ganar algunos escaños, pero qué avances hemos logrado con estas personas, quienes cumplen ahora su primer periodo, su segundo periodo, algunos su tercer periodo, y así siempre contemporizando con la claque privilegiada.
Desde que llegaron lo que hicieron fue acomodarse y mantener el statu quo. Es hora de que los sectores que buscamos mejorar la vida de la gente construyamos un proyecto que verdaderamente represente a quienes decimos representar y a construir instrumentos para que los representados y las representadas controlen a quienes votaron y las propuestas por las cuales votaron.
