Seguimos acumulando atraso en saneamiento ambiental
En 2024, la empresa pública que produce agua potable y canaliza las negras cumplirá 70 años de existencia. En 1954 el servicio nació bajo el nombre de Corporación de Obras Sanitarias de Asunción (Corposana) cuyo objetivo era la construcción, explotación y administración de las obras y servicios de agua potable y alcantarillado sanitario de la capital.
Con el agua potable le va más o menos bien, aunque dado el crecimiento del cinturón suburbano y su sobredemanda de servicio, el ente no responde redoblando el servicio de bombeo y distribución sino repartiendo tanques de 500 litros para que sus clientes guarden agua para tiempos peores. Como plan de negocio no es precisamente brillante.
En cloacas la cosa es peor. Después de siete décadas de existencia del ente, el 70% de la población sigue careciendo de conexión a alcantarillado sanitario y el 30% que sí lo tiene vuelca sus aguas negras en una red que las tira crudas al río Paraguay. Hay algunos síntomas de que la planta de tratamiento de Bella Vista, que tiene un 70% de avance en sus obras según Essap, esté en funcionamiento en algun momento de este año. Si esto se concreta, Asunción elevaría su cobertura sanitaria a un 50% de la población. Aún así, seguiremos lejos de nuestros consocios del Mercosur, ya que Uruguay tiene un 100% de cobertura, Argentina 90 y Brasil 78.
El problema es que llevamos décadas de abandono. Los políticos odian enterrar inversiones y los caños de agua potable y cloacas van, desafortundamente para ellos, bajo tierra. En cambio, aman inaugurar viaductos, rotondas y autopistas rutilantes de hormigón recién fraguado y de señales pintadas con muchos colores. La web de Essap está llena de frases rimbombantes. Abundan los proyectos de modernización, los planes de adecuación y los diagnósticos sectoriales, con frecuentes menciones a emprendimientos históricos y obras innovadoras, todo presentado con ajuste a las normas del marketing comunicacional más exigente que hacen lucir como grandes inversiones algunos cientos de metros de caño de cloaca fotografiados en perspectiva.
Es penoso decirlo pero debemos militar entre las ciudades más atrasadas en obras sanitarias. Tal vez superemos a Puerto Principe o a San Salvador. Menudo consuelo.
¿Cambiará el enfoque a partir de agosto de 2023? Lo veremos.