La importancia de los indígenas es muy relevante para países cómo los nuestros cuando ellos son los habitantes primigenios de estos territorios. Esto no se limita a ser una cuestión histórica, cultural o antropológica, ahora desde Francia surge la teoría de un vínculo entre las etnias nativas de los países que todavía tengan el privilegio de contar con ellas y el clima y sus cambios.
Desde París se insiste en la protección de los pueblos indígenas para que no fracasen los objetivos climáticos de París. Algunos dirían que es buscarle un gancho atractivo para paliar la situación de marginalidad que sufren los nativos que ahora en una nueva temporada de frío padecerán las consecuencias de vivir desabrigados y sin la protección necesaria a las bajas temperaturas. Este país sudamericano que se pone orgulloso y golpea el pecho hace muy poco por ellos.
Aporte aborigen
Diciendo “soy guaraní, y que?”, en el que habita e intenta vivir bien el pueblo que ocupó el Paraguay desde sus inicios y hasta ahora a más de 500 años del descubrimiento de América d continúan durmiendo por nuestras veredas y mendigando para lograr hacerse de algo para su alimentación o su abrigo. Ese mismo clima del que ellos podrían aportar y mucho. Nuestro medio ambiente con un clima muta de haber sido templado a radicales puntos en nuestros termómetros. Según un análisis las selvas tropicales cuidadas por las comunidades absorben el doble de carbono que otras tierras. Lo que significa entender el valor que tiene para las personas urbanas o que no vivan estas selvas el hecho que estos nativos que vemos por nuestras calles que no es el espacio en el que empezó su vida y choca con su habitual espacio de existencia. Una que varía por no tener personas que habiten y cuiden, ordenen, limpien y protejan la naturaleza que está muy ligada al funcionamiento normal para que nuestras no se presenten radicales o traigan consigo accidentes naturales que afecta a los nativos también.
Es claro que la responsabilidad no cae solo sobre los nativos que al ser expulsados de sus tierras por el criminal avance de la agrícola mecanizada u otro tipo de intereses comerciales, el poblador de ciudades debe mirarse al espejo y notar sus errores para corregirlos y ayudar a que se reduzca uno o dos grados el cambio climático. Que una vez hecha su transición no tiene reparo por quien enferma, daña o afecta.
Es posible controlar el hecho que el verano queme y el invierno congele si existen planes o programas políticos comprometidos con nuestro clima Incentivando la economía agraria (uso de biomasa), el Paraguay sigue usando principalmente carbón y leña para cocer sus alimentos. Necesitamos acciones que produzcan un cambio de conciencia en la sociedad. Cambios en los hábitos que inciten a la ciudadanía a cambiar sus costumbres para actuar finalmente con una nueva conciencia y en eso los nativos pueden darnos una mano.
