La falta de planificación del crecimiento de nuestras ciudades ha llevado a una circunstancia dramática, con lo que ahora, la Junta Municipal y el Intendente de Asunción han decidido colocar un nuevo argumento en la misma dirección; la degradación de los entornos naturales, como la autorización de una gasolinera y de otras más que le piden lo mismo en la zona de Costanera Norte a cambio de que completen el refulado de la zona. Esto no es absolutamente una cuestión que tenga que medirse en ese sentido, aquí lo que tiene que haber es un plan regulador que se cumpla, y aquello que dice la normativa no puede ser violado por cuestiones que tengan que ver con cercanías del poder político y menos alguna coima de ocasión que den.
No es sólo una gasolinera la autorizada, ya hay varias más que están pidiendo ubicarse en la misma zona, que es una zona altamente sensible por variadas circunstancias que no tendrían que tener este menester.
Mientras no hay gasolineras en gran parte del país a lo largo de kilómetros y kilómetros de rutas, en Asunción están queriendo cargar una en cada esquina, y si fuera posible una frente a la otra, o algo más, en la Costanera, afectando los cauces hídricos donde tomamos el agua que posteriormente ingerimos en nuestro organismo.
