Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, con unos 12 millones de habitantes, y una de las más castigadas por la pandemia, empezó a aplicar la cuarta dosis de la vacuna contra la covid-19 a personas mayores de 80 años.
La cuarta dosis ya se administraba a pacientes inmunodeprimidos y ahora se ha extendido a los mayores de 80 años, aptos a partir de hoy para inmunizarse de nuevo siempre que hayan pasado «al menos cuatro meses» desde la primera dosis adicional.
El público-objetivo en esta nueva fase de la campaña de vacunación es de unas 250.000 personas, según los cálculos de la administración municipal.
La capital paulista se adelantó unos días al cronograma anunciado por el Gobierno del estado de Sao Paulo, que había liberado la cuarta dosis para la población con más de 80 años de edad solo a partir del próximo lunes.
RECOMENDACIÓN
El comité de expertos sanitarios que asesora al Ejecutivo regional optó por recomendar la cuarta dosis ante el «alto índice de mortalidad entre los ancianos de esa franja etaria durante la circulación de la variante ómicron, que fue superior a los óbitos ocurridos en los dos picos de la pandemia en 2020 y 2021».
En las primeras semanas de 2022, la ómicron, hoy la variante del virus dominante en todo Brasil, rompió todos los registros diarios de casos de coronavirus, llegando a rozar los 300.000 positivos en apenas 24 horas.
Las muertes también subieron en ese periodo, aunque nunca en la misma proporción que los contagios, gracias a la buena acogida de la campaña de vacunación, que ha permitido que casi un 75% de los 213 millones de brasileños tenga ya la pauta completa.
La pandemia volvió a desacelerar a partir de mediados de febrero y continúa hoy una tendencia a la baja, aunque con números aún algo elevados.
En las últimas 24 horas el país reportó 373 decesos y 45.472 positivos por covid-19 para un total de 656.798 fallecidos y 29.573.112 infectados desde la irrupción del coronavirus, hace dos años, según el balance oficial.
El estado de Sao Paulo, el más rico y poblado de Brasil, con 46 millones de habitantes, tiene los peores números absolutos de la nación suramericana, con 166.550 óbitos y casi 5,2 millones de casos de la enfermedad. EFE