El libelo acusatorio contra Sandra Quiñónez es bastante voluminoso y podría todavía incrementarse más que los biblioratos que se acercaron en estos días para empezar su proceso de destitución. Claramente no ha cumplido su labor, y las veces que lo ha hecho, ha sido sencillamente motivada por la lealtad que le ha jurado a Horacio Cartes.
Este sistema es perverso, porque ha significado una profunda desconfianza hacia una institución que está fundada sobre la base de la defensa de los intereses ciudadanos.
Esto está herido de muerte. La fiscala o el fiscal que venga tendrá que recuperar, prácticamente desde las cenizas a una institución que ha sido pulverizada por su incompetencia, corrupción, venalidad y alta sospecha de colusión con el crimen.
El Paraguay se necesita reconciliar con la justicia y el Ministerio Público es una piedra fundamental para ese proceso.
El Libelo Acusatorio es nada más que una suma de la cantidad de cuestiones acumuladas en contra de quien ha estado orgullosa en el cargo durante cuatro años solo para servir a su mandante político principal.