El conflicto entre Ucrania y Rusia tiene características cada vez más globales, y especialmente cuando se trata de ver la trascendencia que tienen palabras como Libertad, Soberanía, Autonomía, que están puestas en entredicho en esta agresión que sufre el pueblo ucraniano de parte del gobierno de Putin.
Occidente ha respondido con varias sanciones económicas, pero pareciera no haber movido un ápice la voluntad de sentido contrario de Putin, que siguió bombardeando importantes ciudades de ésta que fuera en su tiempo el granero de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Los ucranianos vienen solicitando ser parte de la Unión Europea desde la llamada Revolución Naranja en el 2014 en donde un presidente prorruso, Yanukovich, tuvo que huir del país y refugiarse en Moscú, debido a las manifestaciones que por más de noventa días en pleno centro de Kiev, pusieron en jaque el gobierno de esa época.
Hace bastante tiempo, los ucranianos reivindican su pertenencia a una Europa que cree en los mismos valores que creen pueblo ucraniano, libertad, autonomía e independencia. Y son esos mismos elementos atacados de forma violenta y militar por las tropas rusas en este momento.
Occidente tiene que ser todavía mucho más ágil para ser reactivo ante esto que pone no sólo en peligro la soberanía ucraniana sino el sentido de la libertad de los países del mundo.