Muchos de los políticos, principalmente los colorados, destinan gran parte de su
tiempo en peleas, conspiraciones, enfrentamientos y búsqueda de estrategia de defensa, en lugar de hacer gestión pública.
Estos políticos invierten mucho tiempo en hacer ataques al adversario, en fijar planes para desacreditar al otro, y descuidan completamente la seguridad, la lucha contra la corrupción y la pobreza; que son los problemas más comunes que aquejan a la población paraguaya.
Los ciudadanos estamos desprotegidos, en el abandono. Las autoridades se comprometieron a trabajar y representarnos, pero todo quedó en el olvido. Ante la falta de acciones de las autoridades, el pueblo está atravesando muchas dificultades, que deberían ser atendidas de forma urgente por los políticos.
Se vaticinan unas recias elecciones internas. Hay intereses muy grandes entre los dos grupos enfrentados en la ANR, el equipo de Cartes, que postula para la presidencia a Santi Peña y el de Velázquez, actual vicepresidente. Ambas facciones se pelean muy fuertemente. Y ese conflicto se puede traducir en inestabilidad política, que repercute en el pueblo.
Los conflictos políticos se profundizan, mientras tanto, la ciudadanía soporta varios problemas, como la inseguridad, el desempleo, económicos, la corrupción, la desigualdad, entre otros males que golpean a la población paraguaya.
El presidente Mario Abdo Benítez, cuya gestión es duramente cuestionada, deja de lado su trabajo de presidente para salir a hacer campaña política a favor de Hugo Velázquez, en lugar de atender los pedidos del pueblo. Los políticos defienden intereses personales y se pelean a muerte entre ellos, mientras tanto el país se encuentra desgobernado.
