El metal precioso llamado oro que se supone que es producto de la fusión nuclear de elementos como el hierro estelar en metales más pesados como el uranio y que no se produce naturalmente en el planeta tierra. Llevan mucho tiempo debajo para desarrollar su atractivo que luego al extraerlo tienen una etiqueta de valor que lo hace doblemente atractivo para el ser humano.
El litio es la nueva estrella entre los minerales que puede acabar desplazando al petróleo como combustible que mueve a millones de autos y camiones.
Grandes oportunidades
Bajo la generosa tierra no solo se desarrolla la vida de otro oro que una vez emergido es castigado inconscientemente por los seres humanos. La deforestación, contaminación con el caso de Colonia Independencia y varias formas de ahogar nuestro ecosistema son formas de auto ahogarnos por querer reunir el “oro” terrenal que es en realidad por el oro subterráneo.
Hay hallazgos de cómo puede cambiar el movimiento del oro en la superficie de la tierra, y entre esos hallazgos se encuentra el litio al que ya le llaman “el oro blanco”, de lo que México y Bolivia son grandes productores. Es clave para la fabricación de las baterías de los coches eléctricos..
Una oportunidad nueva
Las perspectivas económicas para América Latina no son estelares. Antes de que la covid-19 azotara la región ya perdía inercia y organismos multilaterales y analistas advertían que los países tendrían que cambiar sus políticas para impulsar el desarrollo. El litio representa esta oportunidad. Mineral con alta conductividad eléctrica, el litio es elemental para producir las baterías que permitirán al mundo cortar la dependencia a los combustibles fósiles y migrar a energías renovables más limpias. Su valor ronda los 35.000 dólares la tonelada de litio. y sobre la misma mucho más por los cambios positivos que daría a nuestra vida respirar oxígeno sin aroma ni contenido al asesino dióxido de carbono que ocurre con el petróleo y sus derivados.
Bolivia tiene las reservas más grandes del mundo. Junto con Argentina y Chile, el “triángulo” conforma el 63% de las reservas en el planeta. Perú y México agregan casi tres millones de toneladas más. El litio es, para los grandes capitales, la estrella más brillante en el mapa latinoamericano veremos como lo aprovechamos
