El retorno a las clases de manera presencial ya reclaman incluso los buenos maestros que dicen que no han podido enseñar prácticamente nada durante estos dos años.
El propio decano de la FACEN, en donde muchos rebotaron en la primera oportunidad, dice que les están entregando alumnos muy mal entrenados, educados y preparados de la escuela secundaria, y conste que sólo el 5% de los que iniciaron el kindergarden logran ingresar a la universidad. Esa ya es una cifra que debería llamarnos la atención en la escuela primaria, porqué el nivel de deserción es tan altos los primeros tres años de la escuela básica y porqué también, a lo largo del tiempo se siguen repitiendo altos niveles de deserción que terminan impactando en las oportunidades y en la vida de cada uno de los paraguayos que no han podido completar por lo menos la educación básica de nueve años.
También es una llamada de atención en torno a la formación de especialidades profesionales ya con el título de bachiller.
El país reclama a muchos de ellos, existiendo una gran oferta de trabajo para áreas técnicas en el Paraguay en los que no tenemos gente entrenada y preparada. Incluso con la expansión de la frontera agrícola faltan técnicos operadores de máquinas para que realmente lleven adelante dicha tarea.
Tenemos un mundo laboral completamente divorciado del mundo de la formación educativa y eso nos rezaga y nos impide como país encontrar un nivel de desarrollo que no se apalanque en la pobreza y del subdesarrollo.