La situación del país en términos del cuidado del medio ambiente ha probado en el mes de enero un gran fracaso. Hemos tenido muchos incendios en varias partes del país, un calor insoportable, un secado de humedales en la zona del lago Ypacaraí, en donde las instituciones que debieran velar por estos sitios no lo hacen y se complican con aquellos que violan las leyes medioambientales.
Y las instituciones públicas que también deberían cuidar de ese objetivo no lo hacen y comenzamos a gastar energía en cuestiones en torno a lo que ha pasado en otros países cuando lo que debiéramos tener es, entre nosotros, una mayor conciencia de la gravedad que esto impone a un país como el nuestro.
Es la hora de aprender a partir de nuestras propias experiencias, y no lo que nos digan las cumbres medioambientales que se realizan en otros países muy distantes y lejanos ya hemos tenido suficientes muestras de cómo, cuando altera ambos las condiciones del medio ambiente, pasamos a ser víctimas de sus consecuencias y eso sólo tendría que valer para este proceso urgente de aprendizaje sobre las causas y las consecuencias de alterar el medio ambiente.