La ANR es un partido centenario y catalogado como la primera fuerza política del
país, por la cantidad de afiliados. Con errores y aciertos mantiene su fortaleza. Este
2022 es un año electoral y los dos principales candidatos a la presidencia de la República, Santiago Peña y Hugo Velázquez ya se están bombardeando.
Es totalmente normal que haya internismo en un partido que tiene más de 100
movimientos. Hasta es saludable que así sea para nuestra frágil democracia.
¿Pero quién ganaría las internas de diciembre? ¿Quién tiene más chances? Aún es difícil saberlo, pero ganará el que maneje mejor su comunicación, el que llegue mejor al pueblo, el que presente mejores propuestas, el que trabaje de manera estratégica y el que recurra a expertos en la materia para encaminar su campaña política. Y por sobre todo, el que sepa seducir a los jóvenes, quienes con sus votos pueden marcar la diferencia en la balanza electoral.
Tanto Santiago Peña como Velázquez tienen posibilidades, ambos con estructura, recursos económicos y experiencia en el campo político. En el caso de Peña, su derrota electoral le habrá dejado muchas lecciones. Los dos también tienen visibilidad en los medios de comunicación, que permite llegar a la ciudadanía. Ambos tienen chances, pero definirá la balanza electoral dos aspectos principales: la participación de los electores, sobre todo de jóvenes, que tienden a emitir votos a conciencia. Y la comunicación, que debe ser clara, precisa, sin rodeos y con propuestas claras.
Cualquiera sea el ganador, habrá abrazo republicano; es decir, se dará la unidad colorada, porque los referentes de la ANR ya aprendieron que divididos no llegan a nada. Ya tuvieron una experiencia muy dura en el 2008, cuando se dividieron y ese hecho les llevó a la derrota electoral luego de permanecer por más de 60 años en el poder.
