Los efectos más comunes sobre la salud causados por las erupciones volcánicas incluyen lesiones traumáticas, quemaduras, asfixia, enfermedades en la piel, lesiones oculares, problemas respiratorios, conjuntivitis y hasta la muerte. Desafortunadamente hace poco se dió el último triste efecto en Perú, donde la erupción a miles de kilómetros del conocido volcán de Toga dejó sin vida a dos mujeres en playa Naylamp, en Lambayeque.
El gobierno peruano anunció el mismo día que cerró preventivamente 22 puertos en las costas del norte y centro del país frente al océano Pacífico debido al «oleaje anómalo» derivado de la erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, en Tonga.
Se han identificado 16 volcanes activos y potencialmente activos en el país, distribuidos en las regiones de Ayacucho, Cusco, Arequipa, Moquegua y Tacna. Lo que sugiere mucho cuidado y sistemas para prevenir la replica local de estos tristes sucesos.
Lo que la ciencia maneja es que las erupciones volcánicas se producen por el calentamiento del magma del interior de la Tierra, el mismo que busca salir a través de los volcanes. Y esto puede tardar miles de años para que se activen.
Volcanes en alerta
Predecir cuándo puede entrar en erupción un volcán es muy difícil. Algunos volcanes entran en erupción casi constantemente, pero pueden tener intervalos de cientos de miles de años entre erupciones.
Lo que cómo sabe el mundo no hay forma en que una vida o estructura física pueda volver a activarse luego de la muerte o destrucción.
También se reportó que esas olas excepcionales, principalmente en las costas del sur del Perú, causaron inundaciones leves en algunas localidades costeras y más de 20 personas fueron rescatadas.
Un lamentable hecho y muestra de la fuerza de la naturaleza que resulta incontenible y tienen impacto a miles de distancias del lugar donde se originó el mismo. Perú es una muestra de cómo un volcán en Toga puede generar graves perturbaciones en America Latina.