Sin lugar a dudas en esta pandemia el menos se ha vuelto en un nuevo hábito y símbolo de vida cómo: el tapabocas, manos limpias, y la distancia entre seres humanos, que hemos empezado a “restar” en nuestras reuniones que son una amenaza para y por nuestra salud y vida.
La rápida propagación de la nueva variante ómicron ha vuelto con las restricciones e imponiendo nuevas limitantes a nuestra existencia. Incluso afectando el tránsito de aeronaves entre países con alto impacto sobre los viajeros.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos advirtió contra los viajes a Canadá a medida que aumentan los casos de Covid-19 en todo el país y las infecciones desenfrenadas amenazan con abrumar una vez más los frágiles sistemas de salud. Las compañías aéreas brasileñas como Latam y Azul han dejado pasajeros en tierra porque no tienen tripulación de reemplazo para aquellos que han contraído covid.
Hay que hacer más
Las vidas perdidas pueden ser menores que otras variables que son al menos por la cantidad de infectados, en Paraguay es alta. Uno de cada 3 ha dado positivo en las pruebas de PCR en los últimos días y se esperan seis semanas más duras.
Este es un tema serio en la agenda de un gobierno que debe actuar con velocidad y eficacia para el bien de todos. Transformar la cifra de menos por más recuperados y vidas salvadas debe ser el norte de cualquier política sanitaria eficaz y direccionada en favor de la gente. Además, cada vez depende menos del gobierno sino de la conciencia ciudadana que debe ir por la inmunización y el cambiar rápidamente la cifra de menos por más. Una dura prueba para la ciudadanía y el gobierno con la nueva cepa del covid-19.
