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Obras y preocupación

Sabemos que en la agenda global se encuentra la cavilación por nuestro medio ambiente, el cambio climático y lo que esto nos está haciendo a los seres humanos y nuestro entorno. Una zona sobre la que debemos prestar mucha atención es el Chaco paraguayo, donde sabemos que el calor allí existente es diferente por su fuerte intensidad en el país y que con la deforestación masiva y obras públicas se ha agravado.

Desde la fría Inglaterra surge la inquietud por el bosque nativo donde habitan los últimos Ayoreos, y explican cómo la carretera que se encuentra en construcción en esta región del país puede amenazar la destrucción de este bosque que es propiedad de esta etnia nativa que cómo otras en el país sufren de desalojos y desplazados a zonas que son extrañas para ellos.

Se trata de un puente que unirá Brasil y Paraguay (Carmelo Peralta-Puerto Murtinho) de 103 millones de dólares construido por la Itaipú que a su vez es solo uno de los proyectos que tiene el gobierno de Abdo Benitez y sus obras públicas muchas de ellas diseñadas y elaboradas para el progreso económico de los menonitas pero que deben tener consideración sin amenazar su existencia cómo se da con este bosque ayoreo. Esto se ve afectado además por otra obra que es una carretera de 445 millones de dólares que a su vez pretende conectar ambos países, dañando a su vez y destruyendo parte de la casa de una etnia nativa paraguaya.

Apuntar al desarrollo
El trabajo se encuentra a medio terminar con una franja de asfalto de 550 km ya hecho y a su vez levantando la inquietud por lo que también se alcanzó con esta obra que se pretende concluir en el 2024 y tiene cómo objetivo conectar de este a oeste el Chaco paraguayo, abriendo una ruta que dará un movimiento y vida al comercio y movimiento no solo de personas sino de productos que buscaran a sus consumidores en la región y ambas costas de los océanos Atlántico y Pacífico.

Resistir al calor y la alteración de hábitats nativos que se hacen atropellando propiedades privadas y afectando a su vez ecosistemas que pertenecen a la humanidad. Tendrán caminos y puentes nuevos, pero que se hace con lo perdido en el tiempo de de su construcción, es la pregunta que se hace el ser humano que habita Carmelo Peralta y sus alrededores que aunque tengan nuevos trechos en el futuro también se quedarán sin un espacio que es la mejor fuente de oxígeno y vida natural para la comunidad que habita esta parte de la región sudamericana. La misma que sobrevive en pandemia de otra amenaza a su vida que es la falta de planificación al iniciar construcciones que a su vez destruyen no solo hogares de etnias sino fuentes de energía y vida cómo los bosques cercanos a Carmelo Peralta la comunidad paraguaya que estará unida por el puente con Puerto Murtinho del lado brasileño.
Hay que apostar al desarrollo no sólo al progreso..

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