El progresismo propone que el Estado o la sociedad generen condiciones que permitan a las personas superar la desigualdad social a través de procesos de inclusión social.
En la sociedad existen varios grupos humanos que dan sentido y hacen que la máquina de un estado o gobierno tengan sentido, cómo personas mayores, adultos jóvenes, adolescentes y niños, que merecen atención y cuidado igual para todos. Según una publicación en el periódico parisino “Le Monde” un gobierno que no prioriza la experiencia en salud infantil no es un reflejo de una sociedad progresista.
El vivir o creer vivir en democracia, es un sistema que no solo garantiza el poder para el demos o pueblo sino le garantiza la igualdad de derechos en su población, que entre sus problemas se presenta la falta de buena atención a nuestra base social que es la infancia, con sus etapas que son primera infancia (0-5 años), infancia (6 – 11 años).
Reformar el sistema
Desafortunadamente muchos de ellos, ubicados en esa franja etaria, no progresan a ningún lado mendigando o vagando por las calles que en algunos casos resulta su hogar, o no tienen otra compañía que la pantalla de los teléfonos que no presentan una alternativa que lleve al progreso de algo, sino solo a la pérdida de tiempo y oportunidades
Lamentablemente se sigue careciendo de fuertes posturas de progreso para todos, dejando a la opción de cada uno el desarrollo de su propio progreso cuando a su vez la democracia y el progresismo comparten la misma base que es la fuerza de todos para todo haciendo que la responsabilidad de nuestro bienestar no caiga sobre el estado o un gobierno.
La población con una ciudadanía robusta que es la que define la existencia y desarrollo de un progreso para todos, donde así cómo una máquina cada pieza cumple su función para mover algo hacia un destino, enseñándonos en su camino, la lógica del progreso en esto.
