domingo, noviembre 17, 2024
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Números electrificantes

Parece una contradicción y lo es. Somos el país con la oferta de hidroenergía mayor del mundo y debemos hablar de polución generada por combustible fósil que importamos y que sirve con sus impuestos para sostener la pesada burocracia estatal.

Lo que hoy día nos toca vivir no solo está relacionada con la tan golpeada generación millenial sino con lo que podemos empezar a regular para evitar que en un futuro nos golpeen los accidentes naturales y lo que nace con el cambio climático. Lo que ya sabemos que funciona es disminuir los niveles de polución, contaminación y emisión de dióxido de carbono, algo que en algunos países ya fue tomado cómo un plan sensato para su población y el mundo que representan las cifras electrizantes por ser el uso de automóviles eléctricos una de las formas para reducir y controlar el impacto del cambio climático en casa.

Siempre tarde
Es una feliz realidad que en Buenos Aires Argentina desde 1913 su población se moviliza en transporte eléctrico subterráneo que a su vez en Sao Paulo el año es 1974 donde se decide por el uso de energía eléctrica para movilizarse, Chile 1975, y en Caracas 1983. En Montevideo, Uruguay ya tiene en servicio 30 unidades de buses eléctricos articulados, Bogotá 483, Guayaquil 20, mientras que la emblemática Curitiba, que empezó a electrificar el transporte público en 2014, incorporó 30 vehículos biarticulados para dar un limpio servicio de transporte a su ciudadano. Aquí el municipio de Villa Elisa promete hacerlo con dos autobuses en recorrido interno en un par de meses.

El ecosistema que también padece en sus vías de oxigenación terribles consecuencias debe responder de manera fuerte para crear alternativas en países como los nuestros que tiene abundante energía limpia, barata y accesible.

La temporada del calor sofocante ha llegado y también las lluvias con sus desastres naturales. Es hora de tomar el toro por las astas y hacer políticas públicas que permitan evitar los altos costos que supone negar el impacto climático. Tendremos una semana de calores sofocantes y nos resistimos a sus evidencias. Es hora de cambiar.

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