La incomodidad de este personaje navideño es reiterado entre nosotros que vivimos el calor decembrino. Qué hace aquí un personaje sobre el que existe ahora una interpretación de un obispo católico que ha sido contundente: Santa Claus no existe.
No es nuevo el hecho de manejar la afirmación del título del artículo, que el hombre barbudo robusto vestido con traje rojo es una creación humana, fruto de su imaginación emulando a un personaje basado en la figura del obispo cristiano de origen griego Nicolás de Bari, que vivió en el siglo IV en Anatolia, en los valles de Licia (en la actual Turquía), hombre que de forma solidaria acercaba presentes a los niños de su comunidad.
Un personaje que alienta el consumismo
Desde esa referencia las industrias decidieron diseñar a un personaje simpático, generoso y noble para hacer que el consumo tenga un sentido hasta místico y no tan materialista o consumista que es la crítica a la sociedad que espera y utiliza la fecha de navidad para hacerse de todo un poco, y no solo en el país en el que se desarrolló una imagen hasta religiosa por la felicidad de comprar o recibir tener presentes en la navidad 2021 que está a pocos días de ser una realidad en el mundo.
Donde ya se empiezan a plantar los puntos de vista acerca del Santa Claus inexistente cómo lo que ocurrió en Italia en donde un obispo católico dijo en relación a este personaje del polo norte que el personaje en cuestión no existe. Ese fue el mensaje del prelado a los niños en su iglesia que esperan cómo todos en el mundo un regalo de este hombre en la fecha en que nació Jesús. Una misiva pidiendo algo a Santa Claus y el consumismo que no agradó a la feligresía italiana de dicha iglesia se entremezclan en la cita obispal.
Aunque el ofrecimiento, entrega y recepción de regalos se haya vuelto con el tiempo en una práctica habitual entre los seres humanos, es importante entender el sentido fundamental de la navidad, no el o nacimiento de una figura religiosa que no conoce al santa Claus ni lo que o porque trae regalos.
Debe ser una fecha de reunión familiar, de encuentro y de proyección del nacimiento del Mesías. Lo otro es simplemente distracción y consumo.