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Conflicto de género

Formar parte del género femenino en el mundo es por sí solo un desafío desde el nacer o empezar a procrear, aprender, trabajar y socializar ideas. Desde Paraguay hasta China a unos 17.921,20 km resulta un duelo para la mujer que decida ponerse firme y defender su pensamiento como acontece con una de sus grandes tenistas enfrentando a la nomenclatura china siendo la deportista víctima de abusos, indiferencia y maltratos.

Peng Shuai, tenista, quien denunció haber sido «forzada» o violada por un alto funcionario de Pekín, y que luego de esta denuncia desapareció del foco social, haciendo creer que fue una respuesta del denunciado. Shuai se destaca por haber obtenido 2 títulos en dobles de Grand Slam (Wimbledon 2013 y Roland Garros 2014) así como el título de maestra del año 2013.

También por dar voz a un movimiento de estar en contra de los abusos hacia la mujer denominado #me too, – yo también- que despertó una gran ola mundial por más de 4,7 millones de personas en 12 millones de publicaciones durante las primeras 24 horas en Facebook.

Reivindicaciones históricas
El movimiento de feministas tomó cómo bandera esta iniciativa para las personas que realizan una crítica de la visión androcéntrica de la sociedad, a la que busca transformar para conseguir sus objetivos de una sociedad más justa e igualitaria. Esto en Paraguay, China o cualquier lugar del mundo en que no se den igualdad de derechos y falta de respeto de los mismos hacia las mujeres y grupo humano que se sienta amenazado o violado sus derechos ayuda para poner en común los problemas y hacer fácil la ubicación de soluciones entre todos para todos.

Mientras buenas iniciativas en el mundo van surgiendo, también surgen personas e instituciones que se incomodan y siguen obstaculizando la vida de mujeres o personas etiquetadas cómo diferentes y por esto tratadas cómo algo menos o desagradable para grupos humanos que «complican» la existencia de otros humanos.

En China el caso de la tenista no solo sirvió para el feminismo u otros grupos que defienden derechos humanos sino hizo que líderes chinos también se inquieten, cómo fue en el mundo por las ideas y planteamientos establecidos por grupos cómo el abolicionistas, socialistas, transfeminismo, ecofeminismo y los grupos de LGBT que también forman parte de grupos humanos que avanzan con firmeza en varias esferas sociales importantes.

Lo que debemos entender es que al no formar parte de estos grupos no tenemos por eso mismo el derecho de cercenar su voluntad de expresión o difusión de ideas. La historia, experiencias e ideas de personas forman parte de un ayer que debe y debió ser utilizado a favor de todos para entender lo malo de la segregación y discriminación, distinción, diferenciación, separación, diferencia, delimitación y segregación.

Lo bueno de la integración de todos para todo, y ya no más de excluir a la gente porque se ve o expresa diferente a la mayoría, es que juntos se puede más y mejor para todos siempre. El caso de la tenista china es un buen pretexto para profundizar este tema allá y aquí.

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