El último mes no solo termina sino empieza con días o fechas importantes cómo el día del discapacitado, el 3 de diciembre en el mundo que tiene como objetivo de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida.
El tener una discapacidad o capacidades diferentes como también se dice ya sea por un accidente, enfermedad o desde nacimiento es una de las pruebas más difíciles que existe en la vida si en esta no existen los espacios acondicionados, gente consciente o seguridad de atención médica competente para asegurar una buena calidad de vida para todos. La persona en silla de ruedas, que no escucha, ve o camina bien también es un ser humano que aunque sea diferente es y debe ser incluido en todos los campos sociales del desarrollo humano cómo el trabajo, la educación y actividades sociales en las que se recuerden días en particular para la madre, el padre, la juventud, el niño.
Integración es clave
Por supuesto también para la persona que no debe ser tenida en un rincón de la casa y solo sentir pena por su discapacidad sino introducirla en las actividades sociales, empoderándola y dándole confianza para que también comparta sus ideas no solo un día al año sino hacer esto un hábito diario por lo que dure su existencia entre nosotros.
Las personas con discapacidad son aquellas que tienen deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, en interacción con diversas barreras, pueden obstaculizar su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con los demás. Una realidad que puede ser aligerada por un entorno social que apele a su conciencia y permita hacer la vida de un ser humano diferente por fuera pero muy similar por dentro al resto del mundo.
Según informes se estima que el 10% de la población paraguaya se encuentra en estado de discapacidad, que a su vez es una oportunidad cuál es el porcentaje de facilidades existen para hacer la vida de un discapacitado capaz de sostener y hacer su existencia feliz y útil para todos.
En algunas empresas privadas y hasta instituciones públicas ya con espacios y oportunidades laborales para el discapacitado, que vemos continúa con muchos obstáculos en su día a día que cómo los baches que destruyen un automóvil, también desbaratan vidas de hermanos, padres, madres y/o abuelos discapacitados que cada 3 de diciembre debemos abrazar, sonreír y dar una palmada en su espalda comunicándoles que nunca dejarán de tener nuestro apoyo mientras continúen demostrando autonomía y fuerza de voluntad para hacer la vida de la comunidad más ligera.