Mientras algunos países europeos , entre ellos Austria, vuelven a un encierro y confinamiento completo por el Covid-19, entre nosotros sigue faltando una autoridad moral desde el Ministerio de Salud y del Gobierno en su conjunto para convencer a cada paraguayo a tener que vacunarse con los biológicos disponibles.
Necesitamos alcanzar una cifra de 1.500.000, y si creemos que esa es una cifra inalcanzable, recién vamos a comprobar los efectos negativos cuando se nos venga una nueva ola que tenga que ocupar por completo las camas de terapia intensiva en los hospitales y que empecemos de nuevo a contar los muertos como los que tuvimos a mitad de año de casi 150 por día.
Es el tiempo de madurar en todo esto, de comprender y entender que los países que han podido vacunar en forma importante su población con más del 80% pueden tener situaciones de Covid-19, pero nunca tan trágicas y devastadoras como las que hemos tenido en el mundo, y el Paraguay específicamente, en meses recientes.
Hay que vacunarse, porque no hay otra opción o alternativa ante una circunstancia como la actual.
