El título no indica que el país está condenado tras las rejas donde pierde sangre, sino es un juego de palabras para indicar lo que ha ocurrido en este país donde han muerto 68 presos y 25 heridos en la que se considera una masacre carcelaria.
El país que lleva como nombre la mitad del mundo por estar geográficamente ubicado exactamente en este lugar tiene una población de 17 millones de personas y allí en el correccional el Litoral desató uno de los acontecimientos más fuertes a nivel social donde a través de un motín de prisioneros en el que el pasado viernes luego de esta revuelta y la intervención desmedida de la policía concluyó desafortunadamente en un número muy alto de muertos.
Este hecho no es el primero ni parecer ser el último en casos de derramamiento de sangre generando una ola de violencia carcelaria en Ecuador este año que eleva el número de muertos a más de 280 reclusos.
Se espera que una persona esté en un correccional para corregir su vida y poder salir preparado para eso y no en baúles o con marcas en el cuerpo o mente que los hagan volver a repetir los crímenes que ya hicieron que terminen encarcelados.
Un grave problema carcelario
Lo ocurrido el pasado viernes en el Ecuador es solo uno de los hechos que acaba no solo con la confianza que deben dar las prisiones al habitante fuera del mismo sino también dentro de las penitenciarías donde los que estamos fuera de las mismas esperamos que el presidiario este cambiando para bien.
Aquí tenemos bombas de tiempos similares en Tacumbú aunque se espera que nuevas penitenciarias saquen dicha prisión inminente.
Lo ocurrido en Guayaquil fue una lucha entre bandas rivales de narcotraficantes que compiten por el control de las cárceles que es al mismo tiempo una oportunidad para evaluar no solo la condición en la que están y viven los reclusos sino también para dimensionar el tamaño de insatisfacción de las personas condenadas.
El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso tiene grandes temas que solucionar fuera de sus cárceles cómo: ell desempleo,la delincuencia,la prostitución,las violaciones,los asaltos,los asesinatos,el alcoholismo; y la pobreza.
Una lista de problemas que está relacionado al número de gente sin libertad que una vez detenida quedan o pueden quedar sin vida.
Tanto los presidiarios cómo el descontrol de la policía fueron culpables de la hemorragia ecuatoriana y sus internos, debido a que se hicieron públicas fuertes imágenes de presos golpeados y quemados vivos en el patio de la prisión.
Dentro de las cárceles más duras del mundo es un documental que Netflix tiene para ser testigos de cómo y lo que viven las personas sin libertad tanto en América Latina cómo en otras latitudes del planeta. Este registro audiovisual sirve para escuchar y ver realidades que están al filo de sangrar cómo en el litoral. Tacumbú en Paraguay está entre esas cárceles, que no se destacan por tener programas no resultados positivos entre sus reclusos sino son cómo dice su título:” prisiones duras” que están cerca de terminar cómo Ecuador y su importante número de asesinados. Una pena.
