Muchas nuevas autoridades asumen desde hoy la responsabilidad de administrar ciudades paraguayas. Muchas, pueden ser criticadas por su corta o nula experiencia en la gerencia de un serio proyecto cómo es una metrópoli y todo lo que representa esta experiencia. Hay claramente una renovación en la franja etaria de la política local luego de los comicios municipales. La gran pregunta es si en términos de mentalidad y de gestión son diferentes con respecto a aquellos que han sido enviados a cuarteles de invierno.
Por nuestra parte, no solo debemos exigir y controlar a nuestros intendentes y concejales sino aportar también ideas y propuestas a los proyectos que debemos tener hacia quienes cobran de nuestros impuestos. Debemos pedirles honestidad, ideas serias, eficacia y todos los valores de un buen funcionario o empleado que empieza la tarea para la que fue elegido.
Los intendentes y concejales menores de cuarenta años abundan entre los recién electos. Veremos cuánto renuevan la política local . Si después de un corto tiempo vemos calles y veredas destrozadas y sucias o recolección de basura postergada eso confirmará que nada ha cambiado con respecto a la generación anterior. Las cosas deben trocar desde la planificación y desarrollo de los espacios públicos, el grado de atención que dan a los edificios abandonados, ocupados que incumplen normas o la administración de los mercados, el tránsito y los espacios verdes. Son varios desafíos además de la administración honesta de la cosa pública.
Desde hoy veremos una fuerte presencia de jóvenes entre los 255 intendentes y concejales quienes asumen su cargo de gerentes. Los estaremos controlando con atención y veremos si todavía quedan esperanzas ciudadanas puestas en una nueva generación de políticos o la decepción será de nuevo nuestra compañera.
Se ha ido toda una generación de políticos y emerge una nueva. Gran responsabilidad para los jóvenes para mostrarnos que hay un Paraguay diferente. El tiempo nos dará su veredicto, pero nosotros también debemos presionar, controlar y demandar.
