El tema de la inseguridad en nuestros puertos continúa siendo un tema de preocupación, y con razón. Uno se pregunta cómo un contenedor que lleva maíz de Tacuatí puede terminar alojando cantidades de drogas a los puertos europeos, el último de ellos tuvo como destino un puesto portugués.
Lo que se nota detrás de todo esto es que no hay la capacidad, la voluntad, el deseo, o se encuentran todos coludidos con el negocio del narcotráfico en el puerto.
El encargado de la dirección ha dicho varias veces que requiere de mayores cantidades de recursos. Se ufana de que las cantidades ingresadas al fisco son cada vez más superiores en períodos comparados al año anterior; pero lo que no vemos hasta ahora es que un cargamento que llevaba droga haya sido detectado antes de ser embarcado en los puertos nuestros del Paraguay.
Esto nos demuestra que realmente existe mucha colusión, mucha complicidad de parte de nuestros administradores con este negocio ilícito que nos cuesta muchísimo en términos de imagen y que da la percepción de que vivimos en un narcoestado, donde este tipo de acciones son completamente naturales a la esencia del Estado Paraguayo, cuando no debería haber sido así.
Fuente: IP Paraguay