Aunque genere confusión, efectos desagradables y mareos por el número de dosis y nombre de las inmunizaciones que fueron hechas para dar más fuerza al cuerpo para rechazar el ingreso y posterior destrucción del mismo en medio de la pandemia e inmunizaciones no todo se pinta de gris. Existen otros colores que transmiten paz y vida cómo lo descubierto de una vacuna para luchar contra una enfermedad letal y desagradable: el cáncer. En el Reino Unido, los casos han disminuido, especialmente entre las mujeres que han recibido una vacuna contra la infección por el virus del papiloma, causa de muerte de muchas mujeres en el mundo.
El existir acompañados de enfermedades cómo el cáncer y la diabetes hacen difícil el existir en un mundo que no empatice con los afectados ni responda bien a sus necesidades. Personas que aunque luzcan diferentes o no puedan hacer lo mismo que el colectivo, existen entre nosotros y merecen atención.
Aunque la pandemia vaya reduciendo la población del mundo y dejando muy mal a muchos infectados a quienes toca también la pelea por la recuperación en un planeta donde todo no debe ser consumido y digerido con mal gusto sino destacar los descubrimientos positivos como lo relacionado al cáncer. Esta vacuna limita significativamente los riesgos de esta desagradable enfermedad.
Un enemigo peligroso
Se estima que Paraguay cuenta con entre 4000 a 4500 personas con cáncer que pelean sus días entre los desagradables efectos que produce esta enfermedad que es ocasionado por cambios (mutaciones) en el ADN dentro de las células. La gravedad mayor son los costos de los medicamentos y el complejo tratamiento que debe enfrentar.
El cáncer no empieza ni termina en una palabra sino tiene una extensa lista de tipos de acuerdo a la parte afectada del cuerpo siendo una cantidad que llega a 200 tipos de cáncer.
Los casos de cáncer cervical han disminuido particularmente entre las mujeres británicas que recibieron una vacuna contra la infección por el virus del papiloma.
Información positiva que nos recuerda a su vez la existencia, cuidado y empatía que necesitan los afectados para lograr empezar y terminar sus días con esperanzas y fuerzas para seguir adelante con vida, ya el hecho de encontrarse con vida y salud en pandemia es un regalo divino que solo funciona con la voluntad del afectado y el apoyo de su entorno.