Cada año, lustro, década y siglo son tiempos de cambios, en pandemia nos dimos cuenta del porque es sano adaptarse y prepararse antes de dichos cambios, así cómo hace décadas se hablaba de cómo el internet iba a ser la nueva plataforma de comunicación y trabajo con herramientas que ya están en el bolsillo del mundo. Quizás sea algo tarde para algunas personas que continúan viendo sus pantallas con gesto de confundidos por los mensajes que ven y los pedidos que de manera morosa les llega para que logren el objetivo de la solicitud.
Esta alteración que es sentida en nuestros veranos, inviernos y estaciones intermedias por sus intensas temperaturas no empezó ayer sino hace 180 años desde el origen de la revolución industrial y el exceso de la presencia y utilidad de máquinas para satisfacer necesidades humanas. Hoy con la continuidad de esto que en sus principios no se evaluó su impacto, continuamos produciendo lo ya conocido cómo dañino para nuestro ecosistema cómo el dióxido de carbono y otros gases contaminantes conocidos como gases de efecto invernadero (GEI) de origen humano (metano, óxido nitroso y tres gases industriales fluorados para la comida, salud y otras necesidades humanas. En poco tiempo por el efecto que ya tienen en nuestra salud, pasaremos a dar de manera tardía la atención que debimos dar ayer para tener un hoy fuera de todo peligro.
Ahora se sabe que el cambio climático puede causar estrés pretraumático. El medio francés Le Monde dedica un espacio en su sitio de cómo este cambio climático puede afectar a la mente.
Hay que revertir
Ya es un hecho que esta metamorfosis climática ya está provocando algunos problemas a la salud del ser humano cómo la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico, que son solo unos pocos problemas, según estimaciones científicas existe una probabilidad de sufrir miles de defunciones más en un futuro que ya es ahora con el paso del tiempo de manera apurada, donde el verbo cambio se hace carne y habita entre nosotros. El psiquiatra francés Antoine Pelissolo escribe en un ensayo acerca de este nuevo problema que no es el conocido estrés postraumático sino pretraumatico cómo anticipando los desastres de la transición climática.
Se recomienda evitar el estrés y mantenerse en contacto con personas que pueden proporcionar apoyo emocional y de otra índole.
Tomarse tiempo para hacer actividades relajantes que disfruta como leer, hacer yoga o jardinería.
– Evite pensar obsesivamente en los problemas.
Cumplir este estilo de vida mientras exista salud y vida para evitar incomodidades cómo la ansiedad, la inquietud, falta de motivación o enfoque, irritabilidad o enojo, tristeza o depresión que a su vez tienen su lista de problemas cómo los vistos y conocidos en nuestro entorno natural, cuya salud se encuentra desde hace tiempo luchando para continuar bien.