La producción de áreas estratégicas en el país tienen que estar orientadas a la utilización masiva de energía producida por esas dos hidroeléctricas en conjunto.
La mayor preocupación en Yacyretá es cobrar las acreencias en Argentina; y con el Brasil no tenemos una idea de qué vamos a hacer con el 40% de todo el volumen grande de producción que no consume el Paraguay.
Ahí aparecen algunos ingenieros que afirman que será fácil seguir con lo mismo, sencillamente con una mentalidad rentista, porque -en todo caso- el consumo se acabará dentro de 10 años. No existe razón o argumentos que puedan sostener una cuestión de ese tipo.
Lo que estamos viendo hasta este momento es simplemente una falta de ideas en medio de una abundancia de hidroenergía que tendría que apalancar nuestro desarrollo y no ser el argumento de la corrupción de unos pocos.