Colín Powell era un general negro que alcanzó grandes posiciones en la burocracia americana y que acaba de fallecer. Fue el secretario de Estado número 65 bajo la presidencia de George W Bush, siendo el primer afroamericano en la historia de los Estados Unidos en haber alcanzado dicha posición. Nacido en 1937 falleció este año a los 85 años y defendió en la ONU que Irak tenía armas de destrucción masiva. Fue un hombre de armas, político y diplomático. Para entender a su vez que el virus que había iniciado atacando a todos hace dos años no se toma el tiempo de estudiar a sus víctimas y se cobró otra más con Powell. Murió por efectos del covid.
Cuestionada labor
Su trabajo por la paz en el mundo lo vuelve un tópico de recuerdo y homenaje más que por su condición racial en una de las funciones públicas más importantes desde su condición de secretario de estado el encargado de las relaciones internacionales. Es el segundo miembro de mayor rango, tanto en línea de sucesión como de preferencia, del Gabinete del presidente de los Estados Unidos.
Antes de su nombramiento como secretario de estado, Powell presidió America ‘s Promise. Ganó numerosos premios y condecoraciones militares estadounidenses y extranjeras.
No partió cualquier persona, nos deja un auténtico luchador por la paz en tiempos en que en el mundo se iniciaban intercambios bélicos entre su país e Irak al tiempo de ser cuestionado en su labor por difundir noticias falsas sobre la capacidad nuclear de Bagdad.
Powell tenía la pauta de vacunación contra el coronavirus completa, pero sufría mieloma múltiple, un tipo de cáncer de sangre que suprime la inmunidad y finalmente acabó con la vida del general.
Su guerra ante el Coronavirus fue infructuosa. Queda su legado y cómo el hijo de un jamaiquino pudo alcanzar lugares de privilegio con esfuerzo y dedicación.