El sistema de transporte público tiene que ser sujeto de una atención en serio. Una línea 21 que cubría el trayecto de varias partes en Fernando de la Mora en su conexión con Asunción ha sido dejada a un lado de circular por problemas administrativos, de mecánica, y no se sabe cómo y cuánto costará volver a recuperar un servicio que se brinda a miles de personas. Son 15.000 los afectados diariamente porque esta línea de transporte no ha podido cumplir con el mandato que había tenido desde que le concedieron los itinerarios.
La Subsecretaría de transporte tiene que ser en ese sentido más clara. No debe trabajar en complicidad con los transportistas, sino tener en la mira siempre el servicio público, siempre a favor de la gente que usa el transporte público, y para eso también, los intendentes municipales electos el próximo 10 de octubre tendrán que hacer políticas entre todos, ya no es suficiente con que el problema de la Línea 21 sea resuelto a través del municipio local, sabiendo que el mismo sirve a otros municipios al mismo tiempo.
Hay que trabajar de manera conjunta, en función a los intereses de la gente, para que los transportistas no se sigan mofando de nosotros, con unidades compradas con dinero y recursos de nosotros, pero que sin embargo, no tienen ningún empacho en acabar con nosotros el servicio cuando se les cante.