En países como los nuestros, el exitoso siempre es alguien sospechoso, siempre uno comienza a preguntarse cómo alcanzó tal tipo de condición.
Algunos afirman desde abajo que hay que estudiar, y mucho; pero hay otros que afirman que no, que lo importante en el Paraguay son los contactos y la posibilidad de asociarse con alguna de las bandas que roban desde productos en las aduanas, hasta las licitaciones públicas.
El expresidente Cartes fue todavía más lejos, dijo que la clave del éxito en el Paraguay es que uno esté afiliado al Partido Colorado, que eso asegura las oportunidades y el trabajo. Ha sido una muy pobre elucubración del expresidente, diciendo que, en el Paraguay, para alcanzar el éxito hay que estar afiliado al Partido Colorado.
Ciertamente en el Paraguay, una nación sin tradición meritocrática -no como los países asiáticos- muchas de estas cuestiones no pasan necesariamente por aquello que se predica sino, por las acciones concretas que llevan siempre a presumir que alguien que ha puesto mucho estudio, mucho conocimiento, mucha capacidad, mucha inteligencia, no necesariamente alcanza el éxito por ese tipo de virtudes, sino por otras razones que no sean necesariamente las más honestas.