El aborto es siempre un tema delicado, profundo y sensible y, con razón. Se está hablando de la vida de una persona que nuestra Constitución protege “desde su concepción”. En la Argentina generó un profundo debate y dividió a esa sociedad haciéndolo parte del discurso del actual presidente Fernández.
En los EEUU se aprobó una ley que sanciona a gente que apruebe y practique el aborto y que generó una fuerte respuesta, la ley de Texas. La norma llamada “latido” es una de las más restrictivas del país sin hacer excepeciones para casos de violación o insesto y solo por emergencia medica.
La ley de Texas va más allá, alentando a los ciudadanos a demandar a aquellos que ayuden a una mujer a abortar al recompensarlos con diez mil dólares si tienen éxito.
Un tema de dos caras siempre
Existen dos caras del aborto, aquellas a favor y los que estamos en contra de sacar la vida a un ser humano que existe desde su concepción.
El hecho es que ya mientras en Estados Unidos algunos Estados cómo el natal del ex presidente George W. Bush. Texas ya se prohíbe el aborto después de las seis semanas de embarazo. Argentina legalizó el aborto. Por primera vez en más de un siglo, las mujeres en Argentina pueden abortar legalmente.
Los numeros son frios, crudos y negros, se estima que existen más de cienl mil abortos por año en en Texas y la decisión generó un profundo debate entre sectores políticos conservadores y liberales con intervención de la Corte en favor de la norma tejana.
Las nuevas vidas que llegan miden el grado de valentía y orgullo al tener en brazos a su hija/o y sentir de cerca la vida que hicieron y que deben protegerla a lo largo de su crianza. El hecho de haber sido violada y que finalmente haya terminado embarazando a la víctima trae a pensar si uno estaría a favor o en contra de favorecer, practicar o sancionar este desagradable acto por lo que implica el quitar una vida que nunca sabemos en qué ni cómo terminará, habiendo tenido ya un principio difícil. Es una interrogante profunda que cuesta responder incluso con los mejores argumentos jurídicos y ético.
Un debate siempre ríspido
Los movimientos por el derecho al aborto, conocidos como movimientos proelección, reivindican el acceso al aborto inducido en condiciones legales y seguras para la mujer embarazada y argumentan que es un derecho de la mujer en cuestión. Que es ella la que debe decidir qué hacer con su cuerpo y con la criatura que está engendrando. Ahi surge el otro derecho del nuevo ser en gestación y que no tiene en ese momento nadie que lo proteja.
El debate es polìtico también en EEUU con un Biden cuestionador de la normativa tejana por su impacto a nivel nacional y por afectar al sector que lo hizo llegar a la Casa Blanca y la intervención de la Corte en torno a la misma.
El Código Penal Paraguay establece que “El aborto terapeútico sólo podrá ser realizado en caso debidamente justificado en que el embarazo en su evolución, el trabajo de parto o el puerperio pueden agravar considerablemente la enfermedad de la mujer embarazada o amenazar su vida”. Esto para muchos solo contempla una parte del problema en cuestión y está lejos de los debates radicales que el tema ha supuesto a nivel global pero que en algún momento llegará al país..