La pandemia aparentemente está muy lejos de acabarse, y eso lo prueban incluso algunas investigaciones que han mostrado que deberían ir por una tercera dosis quienes se inocularon hace 8 meses, como ya lo están haciendo en Israel, uno de los países más vacunados del mundo, y como también los norteamericanos, que afirman que a partir del 20 de septiembre deberán vacunarse con una tercera dosis quienes recibieron los biológicos de Pfizer y Moderna.
Esto puede tener un impacto enorme en países como los nuestros, donde tenemos un nivel de vacunación bastante bajo y no hemos completado aún la segunda dosis, donde los rusos nos dicen que con una ya ha mostrado ser suficientemente eficaz en un hallazgo laboratorial que nadie sabe de dónde salió ni cuáles son las fórmulas utilizadas.
Lo concreto y cierto es que no es una buena noticia que variantes como Delta hayan ingresado de nuevo al mundo pandémico y estén forzando a una tercera dosis que, reitero, tendrá su profundo impacto sobre los países que no han podido incluso vacunar con una primera dosis a sus pobladores.