La contaminación del Lago Ypoa por efluentes de una curtiembre, la falta de aguas de nuestros ríos principales y el inminente inicio de incendios nos debe llevar a pensar de forma más seria sobre los cambios climáticos.
El palabra crisis ha sido usada en demasía para acompañar al sustantivo clima por lo que ya viene haciendo en nuestra casa o el mundo que a su vez está forzosamente cambiando o mutando la forma de ser de sus habitantes. Debemos cambiar las malas prácticas cómo el de reducir uso de combustibles fósiles y promover el uso de la hidroenergía que tenemos en abundancia al mismo tiempo la reducir la deforestación en lo que somos desafortunadamente uno de los peores y finalmente el uso racional de alimentos orgánicos, ahorrar energía y poluir menos.
Ahora tres cuartas partes de las personas en las naciones más ricas del mundo creen que la humanidad está empujando al planeta hacia un punto de inflexión peligroso y apoyan un cambio de prioridades lejos del beneficio económico, según una encuesta global.
Un compromiso de todos
El grupo de 19 países y la Unión Europea o G20 hicieron una encuesta entre sus habitantes para conocer su opinión acerca de un gran cambio o crisis que existe hoy día que es la del clima. Cuatro de cada cinco encuestados dijeron que estaban dispuestos a dar un paso adelante y hacer más para regenerar los bienes comunes globales.
Y no es solo una responsabilidad de los países más grandes sino de todos para regular las temperaturas de nuestros veranos e inviernos que conocemos la incomodidad y riesgos que presentan en nuestra vida.
Me tocó en un viaje al interior del Paraguay ver y escuchar una opinión acerca del monóxido de carbono de vehículos sin control en ruta o el humo producido por la innecesaria práctica de la quema de basura o de campos. Y esto finalmente se encuentra entre nuestras nocivas costumbres de “limpieza” que en realidad ensucian vías respiratorias y ponen en riesgo el futuro de nuestra salud es bastante grave.
Lo que se descubre en la encuesta citada más arriba por este organismo sirve para proporcionar a los líderes del G20 la confianza para avanzar más rápido para implementar políticas más ambiciosas para proteger y regenerar nuestros bienes comunes globales.
El sinónimo de crisis es mutación, un adjetivo que debemos empezar a adquirir en nuestra forma de pensar para hacer el paso hacia delante del europeo. Un avance mundial y acorde a la vida de todos los miembros de la casa es urgente que ya no podemos perder tiempo. Es cuestión de hacer lo que se debe. No es suficiente que existan leyes como en Paraguay si cualquiera puede puluir el lago Ypoa sin que se sancione a sus responsables
