El titulo no hace referencia a los atletas negros sino los oscuros negocios fuera del campo de juego que realmente mueven el balón en la cancha. Los deportes están desbordados por negocios ilícitos o al menos sospechados de serlo.
Desafortunadamente el fútbol se encuentra manchado no solo por el desastre que produce la barra brava o hinchada de cada equipo sino también por el perjuicio jurídico y moral que hace con el poder mafioso tras de sí y que hace brillar realmente a personas que consideramos gigantescos referentes del balompié. El FIfagate fue el comienzo, ahora vemos como es posible financiar clubes y salarios con un negocio que no cierra. El caso Messi ha traído consigo los fantasmas de los hechos ilícitos que sostienen el fútbol. Los costos son enormes y la pandemia no puede sostener el show. Hay mucho de lavado de dinero y narcotráfico para un deporte que mueve 28.400 millones de euros pero sin gente en los estadios no hay bolsillo que aguante a no ser que uno sea jeque de Qatar y dueño del Paris Saint Germain y use el futibol como recurso geopolìtico para lavar su imagen de financiar el terrorismo de lo que les acusan.
Juego limpio urgente
Messi solo puede jugar en un club que puede pagar 70 millones de dólares de salario cosa que el fondo en España fue cuestionado por no saberse el origen real de los mismos. Según un amigo entendido de este deporte con sus años viendo y leyendo sobre esta actividad física me dijo que aunque no lo crea el deporte de 90 minutos, dos arcos y 22 jugadores en el gramado, siempre tuvo intereses negros de narcotraficantes y mafiosos que desde hace años han hecho el futbol su escenario de desarrollo. Ahora hablan más del fair play de manera a limpiar las cloacas de este deporte. Todavía queda mucho. Aquí no le permitieron en el Congreso que el negocio del fútbol ingrese como sujeto obligado del Seprelad lo que nos hace desconfiar en torno a cómo un equipo sin hinchada ni recursos sin embargo tienen un plantel donde algunos jugadores cobran más de 80 mil dólares de salario mensuales.
Es urgente nuevas regulaciones más estrictas para sacarnos de encima la obscuridad que rodea a los negocios de este y otros deportes. Hay miles de millones de dólares de negocios sucios que aterrizan en el fútbol y otros deportes y que se ramifican en otras actividades pudriendo.
El fair play involucra muchos aspectos y la financiación del deporte es uno de ellos y hay que trabajar duro para que el noble deporte termine siendo una cloaca de dinero sucio.