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Contaminando la vida

La palabra «contaminar» viene del latín contaminare y significa «corromper, ensuciar, alterar la pureza de algo por toque o contacto». No es nuevo informar o comunicar el estado de nuestros ríos empezando por el que corta el país en sus regiones occidental y oriental que presenta altos grados de contaminación. Solo con decir que las aguas negras son vertidas desde hace años al mismo río de donde tomamos las aguas para procesarlas y consumirlas o donde extraemos los peces para nuestra alimentación.

Espacios de recreación destruidos
Hoy es  posible observar y sentir el desagradable aroma de un río convertido en  vertedero que para este tiempo ya no es algo nuevo ni incómodo para muchos que lo usan como espacio de diversión. Esas aguas no sirven para dicho propósito pero a nadie parece importar. En ese espacio natural lo normal es ver gente bañarse entre desechos químicos y otros elementos que no solo nos afectan sino destruyen nuestro ecosistema.

Debemos hacer algo y pronto. Se están construyendo plantas de tratamiento de efluentes cloacales en un país que solo tiene un 10% de la población cubierta por este servicio que ya se instaló en Francia con Napoleón a comienzos del siglo XIX. Ahora al proyectar una imagen nacional es importante tener en cuenta experiencias internacionales y actuar en consecuencia.

Paraguay y el agua, un mismo nombre
Nuestro país tiene su marca paìs en el agua y es correcto que lo sea. Tenemos cientos de cauces en superficie y somos parte del mayor reservorio de agua subterránea con el Acuífero Guaraní. A nivel mundial, se estima que hay 246 ríos de más de 1.000 kilómetros de longitud en el planeta, de los cuales hay 90 que llegan hasta el océano sin encontrar grandes barreras humanas por el camino.

Paraguay es un país sin salida directa al mar, lo llamamos por eso: mediterraneo El río Sena, el segundo río más largo justo después del río Loira. Fluye por 776 km cruzando París. Desde su nacimiento en la Meseta de Langres cerca de Dijon hacia el noroeste, hasta que desemboca en el Canal de la Mancha a través de un estuario. El Sena estaba muy contaminado pero decidieron emprender un cambio.

Limpiar para vivir.
Volviendo al origen de la palabra contaminación se destaca alterar la pureza de algo y eso lo vemos en la actividad política en general donde vemos que lo sucio contamina todo el sistema y es sinónimo de nuestra sucia forma de manejar y hacer política y otras negras maniobras que solo ayudan para destruir y corromper el espíritu de las instituciones.

Limpiar las aguas del río Paraguay y otros cauces debe ser la continuidad de limpiar nuestras instituciones que están contaminadas de incompetencia y corrupción.

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