La palabra responsabilidad deriva de los términos latinos res (cosa) y pondere (cuidar) combinación quizá no vista ni sentida por parte de nuestros administradores que no comprenden los recursos que manejan y su trascendencia. El IPS recauda dos millones de dólares diarios y sus aportantes familiares viven como si fueran sobrevivientes de una guerra civil. Sin médicos, camas y espacios dignos para sus parientes que tienen que acampar en todos sus espacios para comprar medicamentos que el IPS tendría que facilitarlos.
No está bien empezar el día viendo una portada de nuestro diario del lunes con imágenes de gente viviendo en carpas como si fueran los desplazados africanos víctimas de hambrunas o guerras civiles. Esto nos enerva y nos lleva a preguntar, por qué y dónde están los responsables que debieran asumir la tarea para evitar caer en la indignidad en que viven pacientes y familiares
Lo que existe y vivimos hoy aunque tenga ciertas semejanzas con una guerra no es excusa para seguir irresponsablemente no asumiendo nuestra condición de mandantes o mandatarios. Luego de haber hecho una breve excursión hacia los pasillos del infierno en la tierra me di cuenta ver gente recostada sobre un colchón bajo una escalera mientras otras personas improvisaban sobre una parrilla un intento de asado de fin de semana. O para lograr usar el pytyvo o ayuda en guaraní que les de comer en medio de otra gente que inventaba descansos en sus carpas o sobre colchones precarios en un hospital del IPS sobre la Avda. Sacramento de Asunción.
Escuché alguna vez mencionar en una conversación que el paraguayo no es de reaccionar al instante ante una inquietud o injusticia sino es cómo un volcán que luego de estar quieto y en silencio por un buen tiempo explota destruyendo todo. Esperemos que los irresponsables no le carguen las consecuencias todavía más dolorosas a una situación africana como la del IPS.