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Haití, de vuelta al caos

Una de las grandes paradojas de la historia americana contemporánea, sin duda la constituye Haití, la primera república de población mayoritariamente afrodescendiente del mundo. El proceso revolucionario haitiano liderado por Toussaint Louverture y finalmente consolidado por Dessalines en 1804, significó la destrucción de casi todo lo que estaba en pie en la otrora colonia. De modo que el inicio republicano fue desde las ruinas, marcando la era republicana por una economía netamente de subsistencia basada en el minifundio, una sociedad dominada por miles de micro-propietarios que coexistía con latifundistas exlíderes militares independistas.

En el área política, el proceso de construcción de la sociedad haitiana tampoco fue muy diferente, a lo largo de todo el siglo XIX y comienzos del XX la convulsa Haití se dividió entre luchas inter-caudillos, el magnicidio de Vilbrun Sam que dio paso a la larga ocupación estadounidense, de ésta surge un líder militar y político, Francois Duvalier (Papá doc) quien implantó un férreo pretorianismo hasta 1971 que fallece y fue seguido por su hijo, Jean Claude. De allí, el rosario de golpes de Estado se vuelven la constante.

La pobreza y el caos son la constante hasta que el izquierdista René Preval el 2011 le entrega la presidencia al centro-derechista Michel Martelly, la primera transición democrática y pacíficamente en toda la historia de Haití. El 2017 en otra transición democrática asume Jovenel Moise, su gobierno transcurrió entre los estallidos sociales liderados por la izquierda el 2019, escándalos de corrupción, la postergación de las elecciones por causas naturales más la pandemia y el controversial cierre del Congreso.

Pero a la par de lo antes citado, se sumaron factores como la eliminación del monopolio eléctrico que enfrentó a Moise con la poderosa familia Vorbe, una purga en la Policía y las Fuerzas Militares, aunque algunos sostienen que obedeció a criterios políticos, además del combate al crimen organizado sobre todo la banda liderada por Jimmy Cherizier.

Todas esas crisis simultáneas dentro del contexto de un Estado fallido, una sociedad con una población mayoritariamente en pobreza crítica, débil tradición institucional y democrática e históricamente marcada por la violencia, sin duda confluyeron en el magnicidio del Pdte. Moise. Hoy Haití, está de vuelta en crisis, por lo que el futuro luce incierto y todo indica que la inestabilidad y la violencia se mantendrán en esta accidentada transición, que tal vez, conduzca una masiva salida de haitianos para escapar de la eventual e inminente escenario de violencia que se asoma.

Nahem Reyes
Nahem Reyes
Doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello e investigador asociado del Centro de Estudios de América de la Universidad Central de Venezuela

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