Sin duda, una de las grandes mentiras no sólo del ExPdte. Juan Manuel Santos sino de toda la izquierda internacional, fue el mega show mediático y con premio Nobel de La Paz incluido, de la paz entre la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Estado de Colombia.
No olvidemos que todo este gran teatro tuvo lugar durante la presidencia de Santos, la intervención de los grandes expertos de paz de Noruega (los llamados “pazólogos” o progres) y el infaltable narco-comunista gobierno de Raúl Castro en Cuba que puso a La Habana como sede de los “diálogos”.
Finalmente, en la hermosa ciudad de Cartagena en septiembre de 2016 se suscribió el Acuerdo de Paz, en teoría pondría fin al histórico y sangriento conflicto armado, el cual, para entrar en vigencia debía ser aprobado en un plebiscito. En octubre de ese mismo año tuvo lugar el plebiscito sobre los acuerdos de paz, resultando ganador el “No” con 50,21% sobre el “Si” que obtuvo 49,79%.
El falso de Santos, sin importar los resultados del plebiscito implementó los acuerdos de paz, acuerdos cuestionados severamente por el manto de impunidad que cubrió a los narco-guerrilleros de las FARC, además, que existían serias dudas que no habría verdadera paz en Colombia dado la fragmentada y heterogénea composición de las mismas FARC, cuyos frentes no todos respondían al liderazgo de Timochenco (Rodrigo Londoño), así como las falsas intenciones de los firmantes.
Incluso, poco tiempo después del bodrio acuerdo de paz, El Guacho (Walter Arizala) comandante de frente pacífico de las FARC capturó y asesinó un equipo periodístico ecuatoriano Más tarde, Jesús Santrich (Seuxis Hernández) participó en una operación de envío de toneladas de drogas a USA, terminando huyendo junto con su camarada Iván Márquez (Luciano Marín), ambos instalaron campamentos de las FARC al sur-oeste de Venezuela bajo la mirada complaciente de su socio comercial la narco- tiranía de Nicolás Maduro.
El más reciente hecho, la semana pasada a menos de 2 km de la pista de aterrizaje del helipuerto de Cúcuta, el helicóptero donde viajaba el Presidente Iván Duque, su Ministro de la Defensa entre otras autoridades, fue impactado por proyectiles disparados por fusiles de asalto tipo AK-47 y Fal, presumiblemente de origen venezolano.
La evidencia es concluyente, en Colombia jamás hubo paz, los acuerdos firmados durante el gobierno de Santos fueron un fiasco y un atropello a la voluntad popular manifestada en el plebiscito y lo que es peor, las FARC siguen siendo una agrupación del crimen organizado trasnacional vinculada al narcotráfico, con todo lo que ello significa. La paz, fue un mero show orquestado por la izquierda internacional para blanquear a los criminales de las FARC y garantizar la operatividad como el lucro de las mafias.