El ecocidio es un neologismo que, en principio, hace referencia a cualquier daño masivo o destrucción ambiental de un territorio determinado. El origen de la palabra se remonta a Vietnam en tiempo de la guerra, donde el uso de defoliantes causaba daños irreversibles en los bosques y cursos de agua.
Multipartidario, cualquier ciudadano lo sabe, sobre todo porque esa alianza ocurre muy pocas veces. Los colores diferentes, rara vez se ponen de acuerdo. Que esté en juego el futuro de la patria, el aumento de la pobreza, la salud en tiempos de COVID 19 o la escasez de vacunas, no son razones suficientes para deponer intereses sectoriales en aras del bien común.
Pero estamos en Paraguay en tiempos electorales, donde las tensiones alcanzan su máxima expresión, y la calumnia, la condena del adversario y su descalificación están a la orden del día.
Y aunque usted no lo crea, EL MILAGRO OCURRIO. Concejales asuncenos de todas las bancadas políticas que componen ese cuerpo, cerraron filas para aceptar el pedido de Astilleros Rassi SRL de propiedad de Juan José Sapag, para seguir utilizando, una reserva natural por cinco años más. El monto a pagar anualmente es de Gs.317.819.778.
“VES QUE SE PUEDE”, ha sido la frase preferida del actual Intendente, Nenecho Rodriguez. Lo cierto es que en ese lugar NO SE PUEDE, por razones legales y ambientales. A esto hay que sumarle el genio negociador que propuso la suma mencionada que, en cifras más pequeñas, son el equivalente a 46.738 dólares por año, algo así como 128 dólares diarios. “VES QUE SE PUEDE” regalar el patrimonio natural de todo un país, y por si fuera poco a precio vil. No cabe duda que pueden haber sido compañeritos de aula de los hábiles negociadores de ITAIPU o bien tienen las mismas debilidades que honran la historia de esa sagrada escuela.
“VES QUE SE PUEDE” les sonó convincente en la víspera de las elecciones internas al grupo de los 13 ecocidas, integrados por Álvaro Grau (PPQ), Ramón Ortiz, Félix Ayala, Augusto Wagner (PLRA), César Ojeda, Fabiana Benegas, Mariano Cáceres, Karen Forcado, Julio Ullón, Gabriel Calonga, Elena Alfonsi (Hagamos), Ireneo Román y Ricardo Martínez (P. de la Juventud). Los argumentos esgrimidos por Rodrigo Boungermini, Federico Franco Troche, Elvio Segovia, Orlando Fiorotto y Humberto Blasco, tratando de esclarecer a los depredadores de esta reserva natural, llegó con detalles: “se trata de un ecosistema muy particular y único a nivel global que debería ser protegido. Pareciera ser que en la sensibilidad de los concejales, la globalización les ha dejado otros valores e intereses que pesan más que cualquier otro bien ambiental o patrimonio natural, y le garantizarán al empresario futbolero, continuar haciendo uso del terreno.
¿POR QUE NO SE PUEDE? – «AREA SILVESTRE PROTEGIDA CON LA CATEGORIA DE MANEJO RESERVA ECOLOGICA AL BANCO SAN MIGUEL Y LA BAHIA DE ASUNCIÓN». «La edil Sandra Benítez Albavi expresó “La zona constituye un corredor biocultural urbano entre la ciudad y el río.” ¿Qué ciudad?, ¿Qué río? Aquí todo vale, le respondió ferozmente el silencio cómplice. – Se encuentra en vigencia la Resolución de la Intendencia Municipal N° 639/2008, que prohíbe innovar en el Área Silvestre Protegida, con Categoría de Manejo de Reserva Ecológica, como es el Banco San Miguel y la Bahía de Asunción.
– La Ley Nº 2.715 declara “Área Silvestre Protegida con categoría de manejo de Reserva Ecológica, al Banco San Miguel y la Bahía de Asunción”. / La Ley Nº 4.770, que modifica el Art. 202º del Código Penal, sobre Perjuicio a Reservas Naturales, establece sanciones que van desde 2 a 10 años de cárcel y multa.
Cuando las leyes no nos favorecen se cambian, y si para ello es necesario modificar el Plan Regulador de Asunción, también se puede hacer. ¿Cuántos son los presos en el país por delitos ambientales? Estas y otras preguntas más audaces se dan a vista y paciencia de los organismos que tienen que fiscalizar y sancionar su violación. Cabe recordar que, en agosto del 2011, el astillero fue intervenido por la municipalidad por mal manejo de residuos sólidos, de metales acumulados y no tenía licencia para fabricar barcazas, sino solo para reparar. Es de suponer que en el transcurso de diez años todos estos detalles se deben haber superado.
Mientras el tiempo pasa, Paraguay ratifica La Convención de RAMSAR, conocida como la de un acuerdo internacional que promueve la conservación y el uso racional de los humedales. Es el único tratado mundial que se centra en un único ecosistema.
Cada año se anuncia el paso de las aves migratorias. Es un hecho de la realidad que hace noticia y la bahía resulta un lugar clave para la escala y alimentación de miles de animalitos. Figura en los catálogos de turismo y entre otras bondades de nuestro país. Es bueno recordar que nuestros “iluminados” parecen entender por turismo solo aquello que transponga la frontera. Lo demás, que 168 países validaron en RAMSAR, es apenas un pedazo de tierra frente a la Chacarita.
Todo esto ocurre mientras se desarrolla el proyecto Asunción Verde de las Américas – vías a la sustentabilidad. Sabrán disculpar la extensión de la cita y no deseo olvidar a nadie: Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) e implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en forma conjunta con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social (STP), la Municipalidad de Asunción, la Red Paraguaya por Ciudades Sustentables y Guyra Paraguay, con financiación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y contrapartida nacional.
Es posible que los 13 Concejales de Asunción tampoco estén enterados de este proyecto que “busca mejorar la calidad de vida en Asunción y su Área Metropolitana, al lograr ciudades más sostenibles y resilientes, integrando el transporte, la gestión de los residuos sólidos y el manejo de las áreas verdes, a la planificación urbana.”
En verdad es difícil de creer en un sano acuerdo entre fuerzas políticas tan diversas, frente a las urgencias de Asunción y el futuro de las nuevas generaciones.