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La farmacéutica señaló en un comunicado que, después de revisar los datos de seguridad disponibles sobre su vacuna en casos de miocarditis y pericarditis, “no ha establecido una asociación causal con su vacuna”.
Asesores de salud pública de Estados Unidos planean reunirse este mes para discutir un posible vínculo entre las vacunas contra el covid-19 que utilizan tecnología de ARN mensajero –entre las que se cuentan la vacuna de Moderna y la desarrollada por Pfizer Inc. y BionTech SE– y una inflamación del corazón después de que cientos de personas vacunadas experimentaran miocarditis.
Moderna señaló que “continuará monitoreando atentamente estos informes y está trabajando activamente con autoridades reguladoras y de salud pública para evaluar más a fondo este problema”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU. han identificado un total de 216 casos de inflamación cardíaca después de la primera dosis de una vacuna de ARNm y otros 573 casos después de la segunda dosis. La mediana de edad de las personas con miocarditis o pericarditis después de la primera dosis fue de 30 años, y de 24 años en los casos de la segunda dosis. Hubo 475 casos entre personas menores de 30 años.
La vacuna de Moderna ahora está autorizada para adultos de 18 años en adelante, pero está bajo revisión de la FDA para niños de 12 a 17 años.
La mayoría de los pacientes ha respondido bien con tratamiento y descanso, según los CDC, y más de ocho de cada diez han logrado un alivio total de sus síntomas. La agencia sigue examinando los casos por edad.
Aproximadamente 130 millones de estadounidenses han recibido el régimen completo de dos dosis de una de las dos vacunas de ARNm autorizadas.