Sanciones ejemplares a los que no han sabido manejar la pandemia, es una voz cada vez más sonora en varios países del mundo, entre ellos el Paraguay, que comienza a identificar con nombre y apellido a las personas que no han llevado adelante la tarea que debieran realizar cuando se juramentación en la constitución de que protegerían la vida de los paraguayos.
El presidente de la República, Abdo Benítez, y Mazzoleni, son de los primeros, pero ahí habría que todavía aumentar el número de personas que no han hecho la tarea como debieran y que ahora estamos lamentando los 125 muertos por día y una situación que puede ser todavía aún más caótica en el transcurrir de los días.
El Gobierno no ha mostrado eficacia, o sea, significa hacer las cosas como mandan las normas, en hacerlo en el menor tiempo posible y tampoco ha sido eficiente en la tarea de administrar el extraordinario endeudamiento en el que ha caído el país por generaciones completas.
Todo eso vendrá a sumarse al hecho de la absoluta falta de empatía hacia los paraguayos en general, que no han visto que su Gobierno estuviera de su lado, que estuviera realmente preocupado por hacer bien las cosas.
Se instaló la idea de que el Gobierno de lo único que tiene puesta la cabeza es en robar, es corromperse en el sistema y corromper el mismo para provecho de algunos y para perjuicio y muerte de muchos.