Una de las cuestiones importantes de cara hacia el futuro es el mundo laboral. El Paraguay pasa por una circunstancia similar a la de otros países. Se han perdido millones de empleos en este período de pandemia, y habría que repensar con gravedad y trascendencia qué podemos hacer con esa gran cantidad de personas que pueden tardar mucho en retornar a sus lugares de trabajo.
No tendríamos que estar pensando ya en la vieja normalidad, sino en la nueva que surja como alternativa a ese mundo laboral que estaba constreñido hacia un modelo que ya mostraba sus grandes flaquezas.
En el Paraguay hay millones de seres humanos que solamente tienen un ingreso de G. 270 mil por mes, y acá, en un informe del Ministerio de Hacienda, dice que una personas de clase media, a partir de un ingreso de G. 1.600.000.
Ese cálculo no puede aplicarse jamás a la realidad. Seguimos mintiéndonos y mintiendo en las estadísticas y con eso no vamos a poder salir de la situación en la que nos encontramos. Hay que cambiar el modelo de producción y el modelo de generación de empleo.
Las habilidades manuales es un fuerte del Paraguay. Tendríamos que insistir más en las escuelas técnicas vocacionales que han mostrado en otros tiempos ser una poderosa forma de incrementar capacidades, habilidades y generar empleos.
Hay que ser más creativos, menos quedándonos en el viejo modelo que ya sabemos que lo único que ha producido hasta ahora es una cantidad mayor de pobres.