La falta de capacidad de la Fiscalía General durante la administración de Sandra Quiñonez es una verdad de perogrullo, venimos repitiendo eso de manera reiterada. Todos los casos de corrupción no han sido tratados como debiera y hoy tenemos una Fiscalía General absolutamente desprovista de legitimidad, desinflada, no tiene la capacidad de ir a hacer lo que realmente tiene que hacer, nadie le teme a los fiscales, especialmente los delincuentes, si aquellos honrados que pudieran caer en sus redes.
Esto viene también a confirmar lo que aconteció con el tema del viaducto de Ñandutí, del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, donde concluyen que no podría haber costado jamás US$ 2 millones ese mamotreto.
El encargado de haber fiscalizado el tema denunció la presencia del cuñado de Abdo. Como un bróker o un lobista de la empresa Engineering a cargo de Campos Cervera, quien ganó la misma sin competir contra nadie.
Ahora, para tratar de aliviar las cuestiones y sacar la responsabilidad del ministro Wiens, dicen que van a enviar a la Secretaría Nacional Anticorrupción el legajo sobre esta cuestión.
¿Por qué tendría que ser de nuevo otro organismo del mismo Ejecutivo el que tenga que analizar una corrupción desde dentro? Tendría que ser la Fiscalía General la que tome este caso y la que sancione desde el ministro Wiens hasta todos los responsables que han hecho perder al erario público nacional más de US$ 2 millones en ese mamotreto impresentable que debería llevar una inscripción alta y grande diciendo homenaje a los corruptos y a la corrupción del Paraguay.
