La provisión de oxígeno es crítica en los hospitales paraguayos, aumentó la cantidad de personas que requieren atención por el Covid y también se ha puesto en evidencia que la construcción de las últimas generadoras de oxígeno en los hospitales se hicieron todas de manera equivocada.
Se empezó con el gobierno de Cartes y se continuó con este y, aparentemente, todas las fábricas generadoras de oxígeno en nuestros hospitales no sirven, no pueden ser utilizados y hay que comprarlo desde afuera.
La empresa que construyó afirma que la acusación de la doctora Yolanda González, directora del mayor hospital público de este país, el de Itauguá, es temeraria y que tendría que ser procesada.
La doctora González y su equipo tendrían que darnos una respuesta y haber una sanción ejemplar a aquellas empresas que no construyeron como debieran la planta generadora de oxígeno, si fuera así, o quiénes están detrás de este gran negociado que no para de lucrar incluso a costa de la vida de las personas.
Esta es una cuestión pérfida, una cuestión deleznable, algo que tendríamos que todos los ciudadanos paraguayos repeler con nuestra mayor voz de protesta y nuestra mayor capacidad de repudio. No pueden seguir matando gente jugando con la vida de las personas simplemente porque están facturando los mismos de siempre, el Estado y sus proveedores favoritos.