Los jóvenes vuelven a entender de que realmente hay un destino hacia ellos que no resulta para nada claro y por eso se han manifestado durante estos siete días.
Siguen hablando de que podrían hacer sensibilizar al gobierno de que ellos constituyen el 60 % de la población mayoritaria del país y que realmente durante mucho tiempo se callaron y no se manifestaron,pero que sí lo hacen ahora porque perciben y sienten de que no hay un futuro claro ni auspicioso para ellos.
Esta es una generación que es importante que vaya asumiendo el concepto de la realidad. Para algunos es un poco tarde cuando las manifestaciones de jóvenes descontentos tenía un promedio de 20 años en el mayo francés del 68, ahora vemos que el promedio de edad es de 35, pero no importa, lo interesante es que se hayan despertado y que comiencen a zapatear.
Cuando lo hagan de manera constante y permanente y al unísono, temblará el Paraguay, y tendrán ellos un futuro auspicioso.