Las manifestaciones ciudadanas han ganado una gran parte de las calles de nuestro país tienen una característica, no hay banderas de partidos políticos, la bandera de la democracia ha sido arraigada y retomada por jóvenes que ya no quieren ser continuados de la misma manera que han venido haciéndolos sus padres y ellos mismos .
Los jóvenes están viendo que no tiene futuro y que esta va a ser la primera generación de paraguayos que no va a superar a sus padres y están buscando explicar el porqué. Encuentran en lo político los argumentos centrales del porque han fracasado y pueden constituirse en esa referencia aciaga de nuestra historia paraguaya.
Los jóvenes en su mayoría millennials, en su mayoría son los que encabezan estas manifestaciones por el microcentro asunceno y enfrente de la casa del presidente de la República y del ex presidente Cartes.
Ellos ya no quieren este país, están hartos y cansados. Lo que están diciendo de manera clara y contundente es que si ellos no tienen futuro, los líderes actuales no tendrán presente. Ese es el mensaje que deberían escuchar incluso los partidos políticos, incluso los movimientos que han surgido como contestación a los partidos políticos, que si no cambian, les cambiaran desde afuera, a gritos interpelantes empujandolos a dejar definitivamente la política.