Comentario 3×3
Las Elecciones Municipales están a la vuelta de la esquina y es la que mide en cierta manera el grado de madurez cívico de cada uno de los votantes del país, es la persona política más cercana y a la que más se le conoce en cualquier tipo de elecciones nacionales.
Son más de 255 distritos repartidos en nuestra República que van a escoger a sus intendentes en internas a mediados de año y en nacionales en octubre. Es la hora de fijarse también de cerca de las virtudes de las necesidades de las demandas que tiene cada pueblo, cada comunidad, cada ciudad.
No es cuestión de elegir simplemente porque tenga dinero, tenga capacidad de comprar la voluntad de la mayor cantidad de personas. Es el tiempo de mirar qué antecedentes tiene y qué nivel de compromiso ha tenido y que es lo que realmente puede hacer de aquello que promete.
Un procesado por narcotráfico, Ulises Quintana, quien actualmente ejerce la labor de diputado sin una condena firme sobre su implicancia, es ahora el precandidato de uno de los sectores del Partido Colorado, apoyado por el propio Cartes a quien durante mucho tiempo cuestionó su prontuario, ahora se lanza a la tarea a la tarea de conquistar los votos de la capital del Alto Paraná.
Dura prueba para los que viven en esa ciudad, para ver realmente cuánto aprendieron y cuánto saben en torno a que es lo que realmente tendrían que tener aquellos que pretendan dirigir los destinos de esa comunidad. Aquí también vamos a ver un problema, qué pasa si Quintana es condenado, después de haber sido electo para ser intendente o si está buscando ser intendente para tener un blindaje político y sacarle de la situación en la que se encuentra en términos judiciales.
Hay muchos como él, también en la misma circunstancia, candidatos a intendentes que están siendo investigados por casos de corrupción, detectados por la Contraloría. También están aquellos que ya conocen perfectamente sus antecedentes y que pueden volver a ser elegidos. Están también aquellos ladrones y corruptos, a todos ellos tendrían que llegarles el mensaje claro de una comunidad que entiende que significa la democracia.
Elegir, no solo el acto mecánico de votar, es el tiempo de ver cuántos han dejado la condición de idiotas para pasar a ser ciudadanos.