Comentario 3×3
Si hiciéramos una revisión de todas las leyes que el país tiene y cuántas de ellas realmente se cumplen, veremos que existe una gran inflación de normas y un escaso cumplimiento de ellas. ¿De quién es responsabilidad una circunstancia de este tipo? Es evidente el marco legislativo en el que se desenvuelve la norma y donde no encuentra una fórmula para que realmente se ejecute aquello que se ha consensuado y que se ha promulgado por parte del Ejecutivo.
Esto viene a introducción al tema de que hay una ley que establece de dónde saldrán fondos para financiar a personas que necesitan medicamentos costosos, como el caso de Bianca. Esa es una norma del año 2013, han pasado 7 años, se ha reglamentado la misma, porque uno de los pretextos habituales es que la ley existe, pero el reglamento no, en este caso tenemos ley y reglamento, pero no se han colocado los recursos disponibles para enfrentar esta contingencia.
Si eso no se hace es porque en el presupuesto general que plantea Hacienda anualmente al Legislativo no incluyó ese monto y de donde tendría que extraerse en la proporción determinada. Eso también nos demuestra que a Hacienda le importa muy poco cumplir lo que le dice la norma que tiene que cumplir, y menos aún, nuestros 125 legisladores que pasaron la norma pero que nunca se preguntaron ¿Y esa norma que pasamos tiene financiación o no en el presupuesto?
Y llegamos de nuevo a lo que ya sabemos, si usted no tiene una gran capacidad de movilización como los padres de Bianca y no puede realizar una campaña feroz contra la incompetencia del Estado, es probable que nunca acceda al medicamento a pesar de que la ley diga lo contrario.
Hay que hacer que las normas existan para evitar que este país se convierta en una nación anómica, eso significa sin norma o donde las normas existen, están, pero nadie las cumple, como los tiempos coloniales cuando se enviaban las normas desde la metrópoli en España y acá se decía se acata, pero no se cumple.